En las buenas y en las malas hasta el fin...

sábado, 14 de diciembre de 2013

Sólo comprende mi locura...(por Eduardo Bejuk)

Quien comparte mi pasión. Y quién mejor que el gran colega Eduardo Bejuk para expresar sentimientos de alas negras en estos momentos, para contar, decir y explicar lo que pasan por las cabezas y/o los corazones del pueblo azulgrana. Hermano Cuervo, gracias una vez más...

Tenemos mil de éstas. Y millones de las otras.


Nos arrebataron el templo, sin espejitos ni colores; nos arrinconaron fuera de Boedo, y nunca nos fuimos. Lloramos un descenso y, al mismo tiempo, juramos amor eterno, en las malas mucho más. Desengaños, choreos, cangrejeadas, derrotas dignas, el siemprestareatulado San Lorenzo querido que curaba heridas, mientras nos hundían el cuchillo en la carne. Nacimos para sufrir, me dijo un veterano, pero vivimos para resurgir, agregó con una sonrisa, y mi viejo me contó antes que nada que no importaba sólo ganar, sólo los títulos, sólo la copa de mierda que se ofendió porque una vez la regalamos; tenía que aprender, en el apuro de mi niñez, que San Lorenzo era una metáfora de la vida: ganar, perder, caer, levantarse, bancar, soñar, creer, rezar, llorar, reír y volar, en alas de Cuervo, sobre los tristes postulados mercantilistas. Así que nunca llores de tristeza, me dijo, solamente de alegría. Ponete la camiseta en la más fiera; gritá con ganas en las más chivas; y que nadie te venda lo contrario: si sólo importa ganar, tu amor no vale nada. Si vas a ser de San Lorenzo, vas a sufrir miles de éstas. Y vas a gozar millones de las otras:

Ser parte de la hinchada que inventó casi todo; más grande que un pueblo; más gloriosa que su propia leyenda; llena estadios para ser campeón; llena plazas para construir su templo; hace leyes; hace historia; y no se rinde jamás. No lloramos de tristeza, viejo, quedate tranquilo; si me ves lagrimear, es sólo por esta mezcla de locura, amor y orgullo, por un CASLA que me parte el pecho, y por toda esta gente, campeona mundial de la alegría, que se merece el cielo. Gracias por hacerme del Ciclón. Ahora, que lo comprendo todo.

miércoles, 20 de junio de 2012

No te salves...(por Eduardo Bejuk)

No te salves.
Aguantate firme, estoico, fundido en la bandera como si fueras ella, sin lágrimas ni miedos, con la cara bella pintada de azulgranado metejón glorioso, el gorro como un casco, las venas como un río, y la sangre del mismo color que tu infancia, niño San Lorenzo con arrugas de viejo y sonrisa de madre.
No te salves.
Besate el CASLA que te brota del pecho y abrazá a tu hermano cuervo y saltá con él, volá con él, no dejes de volar aún en la angustia, porque sos casaca bajo el guardapolvo, poster en la pared húmeda con ídolos de papel y sos canción, garganta mutilada, nudillos rotos en el alambrado donde colgaste el trapo de tu ilusión.
No te salves.
Por el que te hizo Cuervo para siempre; por los hijos que criaste en esta santa religión de milagros, mártires y sufrimientos; por los caídos, por los que están naciendo, por los locos que te encontraste en esta tribuna de ingeniosos papelitos imbatibles, bombos y redoblantes, murga y carnaval.
No te salves.
Viví, sentí, celebrá, llorá, amá, cantá, puteá, soñá, morí, resucitá, abrazate, volvete loco, enamorate, sé como sos, pero no te salves, jamás te salves. Salvarse es ponerse a seguro. Evitar un riesgo. Escaparse de un peligro.
Vos quedate, como sé que te vas a quedar, hasta el final, hasta siempre, gritándole al mundo que a San Lorenzo lo habrán herido, lo habrán saqueado, le habrán atravesado un artero puñal lleno de mierda, pero que esta pasión, el intransferible amor que sentís por el Ciclón, no es por los títulos ni las copas. Que San Lorenzo, esa eterna metáfora de la vida misma, te enseñó a cagarte en el oro, el éxito prefabricado y los espejitos de colores de los nuevos ricos. Te enseñó a amar, soñar, llorar, sentir, putear, amargarte, celebrar, morir y renacer, te hizo hombre, te hizo humano, te contó la posta, con música de tablón y filosofía de barrio. Te enseñó a no salvarte. A quedarte ahí, abrazado al sentimiento que seguirás legando, de generación en generación, pase lo que pase, porque todos los días nace un Cuervito, acá, allá y en todas partes; y en toda calle hay un loco feliz, desbordante de pasión, borracho de optimismo, luciendo con orgullo la gloriosa camiseta de San Lorenzo. Y salvándonos de todo, para siempre.

martes, 30 de agosto de 2011

Nunca va a entrar (por Eduardo Bejuk)


Cayó el Muro de Berlín; Estados Unidos coqueteó con el default; descubrieron agua en Marte; ya no gobiernan Hussein, Mubarak y Kadafi; General Motors se declaró en quiebra y Harry Potter empezó a afeitarse.
Pero esa pelota no va a entrar nunca.

Arafat y Rabin se dieron la mano; se casaron Mafalda y Manolito; Hong Kong ya no es inglesa y Panamá dejó de ser yanqui; Fidel delegó funciones y una argentina va a ser reina de Holanda.

Y sin embargo, por más que todo cambie, por más barreras, mitos y leyendas que se derriben, por más inexorable que se anticipe la caída de la valla en ese último aliento que paraliza corazones y corta la respiración, por más que empiecen a gritarlo con la vehemencia de un niño que se manchó los pañales, no habrá lógica, ni matemática, ni ley física que se imponga al único mandato inalterable del fútbol argentino.

Padres.

Hijos.

Y el santo espíritu de la bandeja repleta de hermanos cuervos, siempre locales, siempre de fiesta, músicos locos con partituras de barrio, con la boca llena de hazañas, portadores de un legado que trascenderá las generaciones y sobrevivirá a la historia, por los siglos de los siglos.
Amén.

Esto es efímero!!

Esto es efímero!!
¿Cómo corre el tiempo?