Cuando, a pesar de haber jugado un buen partido, parecía que nos quedábamos sin Sudamericana en otra 1ra ronda, apareció el jugador fetiche del Cholo, Fabián Bordagaray, y se eliminó al duro Tigre de Cagna.
Por el torneo local vinieron los amargos empates ante Vélez y Racing, con un hombre más sobre el final en Liniers y con un hombre menos, como últimamente pasa con Aureliano Torres, durante gran parte del clásico ante los de Caruso.
Por la Sudamericana vino el aperitivo peruano al Bidegain y se llevó tricota para Cuzco, gracias a que el DT abandonó los planteos extraños y mandó dos puntas de entrada. El resultado fue la vuelta al gol por duplicado del eterno Bernardo Romeo y la aparición exitosa de Gonzalo (sí, un Gonzalo para reemplazar a otro) Rovira, el correntino de los botines verdes, que se ganó un lugar en la primera, tras la partida de su tocayo y la no llegada de los Cvitanich, Jackson Martínez, Velásquez, Chevantón, etc., etc., etc…
El “vamos, vamos los pibes” se escuchó otra vez en Victoria, la noche en que González, Prim, Martínez, Basan, Palomino, Meza y cía., acompañados por un gran partido del auténtico Matador de Victoria, el Rayo Menseguez, y de Fabián Bordagaray, le dieron vuelta un partidazo a Tigre (que hoy por hoy nos debe odiar más que a Chacarita y Chicago juntos). La nota de color (negro) de la noche la puso Migliore. Con el partido 1-2 fue a patear un penal, cuando no era el encargado. Lo erró y no conforme con ello, cuando estaba volviendo hacia el arco, gambeteó a Oviedo y luego quiso hacerlo con el Chino Luna, perdiendo la pelota y salvándose de que terminara en gol porque su primer gambeteado falló por centímetros. Migliore está cumpliendo bien con su trabajo como arquero y no hace falta que quiera comprarse a la gente con estas cosas.
La gente, en su mayoría, lo tomó con soda. Cualquier cosa antes que una posible vuelta de la bolsa de papas, ¿no?
Llegó el viaje a la altura de Cuzco, para terminar de tomarse al Cienciano. El Ciclón volvió a demostrar que no se apuna (y mas ahora que se fue Cucurucho Sinvenas) y se trajo un triunfo 2 a 0, con golazos a distancia del viejo Kily González, de gran partido y entrega, y del pibe Rovira, la figura de la cancha. Sin despeinarse el Ciclón se metió en cuartos, donde se verá las caras con el River montevideano de JR Carrasco, el DT yorugua de la lengua motivadora, al que ya se venció 2 a 1 en un amistoso de pretemporada.
Pero por el Apertura llegaba el River local, la otrora gloriosa y respetada institución del barrio de Núñez (o Belgrano, o la Boca, donde dicen que nació…¿nadie le canta el “de que barrio sos”?...canción pelotuda como pocas. La otra noche cuando volvía de Tigre, fui a comprar una pizza a la famosa pizzería con apodo de equipo chico. Un señor, grande de edad, chico de cuadro, caminaba en sentido inverso cantando bajito tal tema al verme venir. Lo dejé pasar y le respondí rápidamente que “los equipos grandes no somos de ningún barrio en especial, somos de nuestro barrio, del tuyo, de todos los barrios. Por eso somos grandes”…ni se dio vuelta y más al darse cuenta que la pizzería de “su” barrio estaba copada por gente de “mi” equipo).
Bueno me fui de tema. Volvamos con los equipos grandes. El otrora glorioso equipo de la banda roja llegaba mal al Bidegain, sabiendo que era el último partido del DT de los porcentajes (70 % rulos, 30 % cerebro, y así podemos estar todo el día). Si bien después del 8-M nuestra actitud ante cada clásico cambió rotundamente, un clásico siempre es un partido aparte.
Simeone optaba por guardar a Pipi en el banco, al igual que al Kily y a Rovira, por el desgaste que habían tenido en Cuzco. En el primer tiempo el partido era pobre y lo poco lo había hecho San Lorenzo, a partir de alguna subida de Pintos y las ganas de Menseguez y Bordagaray. Navarro, el arquero que se fue a Nápoli cuando nuestras cabezas pensantes decidieron no vender a la bolsa de papas, tapaba lo poco que intentábamos. River era más de lo que venía siendo, per
o una pelota larga a la espalda de Pintos, provocó una mala y demasiado larga salida de Migliore, que ¿se llevó puesto? a un delantero millonario y terminó en penal cobrado por Collado. El eterno enanito verde lo cambió por gol y nos fuimos en desventaja al descanso. El Cholo antes del final sacó al cada vez más resistido paragua y mandó a la cancha al Kily. Y en el entretiempo puso a Pipi por el Pulpito González. Con los cambios se intentó un poco más con la pelota, pero siempre se chocaba con el seguro Navarro. Romeo parecía perdido y no le salía una. Entró Rovira por Borda para acompañarlo, pero tampoco pudo hacer mucho. El partido parecía perdido y con él la chance de aprovechar la caída de Estudiantes, para arrimarse a la punta. También se ponía complicado el tema clasificación a la Libertadores 2010, que se pelea con un pelotón de equipos. Pero Pipo tenía un as(co) en la manga y lo mandó a la cancha. La gorda Fabiana entró y todo se dio vuelta. Culazo al Burro Rivero (¿se habrá creído de verdad lo del Ogro, que trató mal al burro?) y del tiro libre siguiente vino la “bottinelica” piña de Cabral al blondo marcador central azulgrana. Penal que no quise ver y que por suerte el Pipi cambió por gol, mientras algún tarado en la tribuna cantaba por Migliore. Y los fantasmas (¿del descenso?) se apoderaron de River. Aunque pudo ganarlo, pero gracias a Dios, la tiene a Fabiana y no al Loco Abreu, Salcedo, Sand o tantos otros delanteros que los compradores de caretas se encargaron de insultar. La gorda tiró un taco a las manos de Migliore y en la contra siguiente el Pipi desparramó su marca con una gran pisada y se la puso en la bocha al enamorado del gol, el Pippo Inzaghi de Tandil, quien jugó a la perfección con la ley del off-side y marcó su gol 92 con la casaca azulgrana. Sobre el final, Migliore fue enorme para salvar el triunfo, tapándole el gol al enanito verde. Locura, descontrol, saltos, abrazos y afonía de un lado. Decepción, huída desesperada, pena, silencio atroz del otro. Estaban para el cachetazo y por suerte se lo dimos como más duele, como debe ser, como antes hacían ellos. Sin piedad. Tranquilo millo, no te asustes por la cercanía a la zona de Promoción. Seguramente ya se está ideando el posible plan de salvación y los promedios pronto dejarán de existir.
Volvamos a lo nuestro. Quedamos a tres puntos del Pincha, puntero del Apertura, y a cinco del Globo, último entrando, por el tema Libertadores 2010. Estas son las opciones para jugar la Copa el año que viene. El campeonato se puso lindo. Estudiantes y Vélez perdieron partidos perdibles, pero no van a perder mucho. Habrá que seguirles el ritmo. También están ahí mezclados el buen Banfield comandado por Ervitti, uno de los mejores jugadores del campeonato, más Argentinos, Colón, NOB y el rojo. 8 equipos en 3 puntos. El viernes viene Chacarita y no queda otra que ganar. Ahora la prioridad es el campeonato, porque el viaje a Montevideo es recién el 20 de octubre. Sin embargo, la rotación le está rindiendo al DT y parece que seguirá esa tendencia, hasta que los resultados tal vez lo obliguen a optar (ojalá que esto nunca pase y podamos seguir así en ambos torneos). Es bueno que los pibes vayan teniendo rodaje y que estén listos para cuando se los necesite. Material hay, no como pensaban algunos técnicos de dentaduras prominentes…y entre los maduros está el fútbol del Pipi, el coraje y la experiencia del Kily, el optimismo para el gol de Romeo, la levantada del Capitán Humo, las subidas de Pintos (puede jugar bien o mal, pero siempre se muestra y la pide), los desbordes de Menseguez y, nobleza obliga, la seguridad que está dando Migliore en el arco, cuando se dedica a eso. Para mejorar siempre hay: obviamente el lateral izquierdo sigue siendo un problema, así como también la cagada que se manden por partido Aguirre y/o Bottinelli. En el medio está el traslado excesivo del Chaco Torres, quien sigue empecinado a encarar, en lugar de cortar y tocar rápido, y las profundas lagunas del Papu Gómez cuando juega. Arriba, a priori parecía que teníamos poco, pero Menseguez y Bordagaray se han transformado en buenas alternativas, para acompañar a la aparición de Rovira y a la vuelta al gol de Romeo.
Sin tantas “estrellas mediáticas” como en los últimos años (ayer fuimos sólo un subtítulo de la cabeza de Palermo, cuando en otros tiempos éramos tapa toda la semana, por lo bueno y por lo malo), así el San Lorenzo bajo perfil está para dar pelea. Pelea por el pan y pelea por la torta. Como debe ser...
Por el torneo local vinieron los amargos empates ante Vélez y Racing, con un hombre más sobre el final en Liniers y con un hombre menos, como últimamente pasa con Aureliano Torres, durante gran parte del clásico ante los de Caruso.
Por la Sudamericana vino el aperitivo peruano al Bidegain y se llevó tricota para Cuzco, gracias a que el DT abandonó los planteos extraños y mandó dos puntas de entrada. El resultado fue la vuelta al gol por duplicado del eterno Bernardo Romeo y la aparición exitosa de Gonzalo (sí, un Gonzalo para reemplazar a otro) Rovira, el correntino de los botines verdes, que se ganó un lugar en la primera, tras la partida de su tocayo y la no llegada de los Cvitanich, Jackson Martínez, Velásquez, Chevantón, etc., etc., etc…
El “vamos, vamos los pibes” se escuchó otra vez en Victoria, la noche en que González, Prim, Martínez, Basan, Palomino, Meza y cía., acompañados por un gran partido del auténtico Matador de Victoria, el Rayo Menseguez, y de Fabián Bordagaray, le dieron vuelta un partidazo a Tigre (que hoy por hoy nos debe odiar más que a Chacarita y Chicago juntos). La nota de color (negro) de la noche la puso Migliore. Con el partido 1-2 fue a patear un penal, cuando no era el encargado. Lo erró y no conforme con ello, cuando estaba volviendo hacia el arco, gambeteó a Oviedo y luego quiso hacerlo con el Chino Luna, perdiendo la pelota y salvándose de que terminara en gol porque su primer gambeteado falló por centímetros. Migliore está cumpliendo bien con su trabajo como arquero y no hace falta que quiera comprarse a la gente con estas cosas.

Llegó el viaje a la altura de Cuzco, para terminar de tomarse al Cienciano. El Ciclón volvió a demostrar que no se apuna (y mas ahora que se fue Cucurucho Sinvenas) y se trajo un triunfo 2 a 0, con golazos a distancia del viejo Kily González, de gran partido y entrega, y del pibe Rovira, la figura de la cancha. Sin despeinarse el Ciclón se metió en cuartos, donde se verá las caras con el River montevideano de JR Carrasco, el DT yorugua de la lengua motivadora, al que ya se venció 2 a 1 en un amistoso de pretemporada.
Pero por el Apertura llegaba el River local, la otrora gloriosa y respetada institución del barrio de Núñez (o Belgrano, o la Boca, donde dicen que nació…¿nadie le canta el “de que barrio sos”?...canción pelotuda como pocas. La otra noche cuando volvía de Tigre, fui a comprar una pizza a la famosa pizzería con apodo de equipo chico. Un señor, grande de edad, chico de cuadro, caminaba en sentido inverso cantando bajito tal tema al verme venir. Lo dejé pasar y le respondí rápidamente que “los equipos grandes no somos de ningún barrio en especial, somos de nuestro barrio, del tuyo, de todos los barrios. Por eso somos grandes”…ni se dio vuelta y más al darse cuenta que la pizzería de “su” barrio estaba copada por gente de “mi” equipo).
Bueno me fui de tema. Volvamos con los equipos grandes. El otrora glorioso equipo de la banda roja llegaba mal al Bidegain, sabiendo que era el último partido del DT de los porcentajes (70 % rulos, 30 % cerebro, y así podemos estar todo el día). Si bien después del 8-M nuestra actitud ante cada clásico cambió rotundamente, un clásico siempre es un partido aparte.
Simeone optaba por guardar a Pipi en el banco, al igual que al Kily y a Rovira, por el desgaste que habían tenido en Cuzco. En el primer tiempo el partido era pobre y lo poco lo había hecho San Lorenzo, a partir de alguna subida de Pintos y las ganas de Menseguez y Bordagaray. Navarro, el arquero que se fue a Nápoli cuando nuestras cabezas pensantes decidieron no vender a la bolsa de papas, tapaba lo poco que intentábamos. River era más de lo que venía siendo, per

Volvamos a lo nuestro. Quedamos a tres puntos del Pincha, puntero del Apertura, y a cinco del Globo, último entrando, por el tema Libertadores 2010. Estas son las opciones para jugar la Copa el año que viene. El campeonato se puso lindo. Estudiantes y Vélez perdieron partidos perdibles, pero no van a perder mucho. Habrá que seguirles el ritmo. También están ahí mezclados el buen Banfield comandado por Ervitti, uno de los mejores jugadores del campeonato, más Argentinos, Colón, NOB y el rojo. 8 equipos en 3 puntos. El viernes viene Chacarita y no queda otra que ganar. Ahora la prioridad es el campeonato, porque el viaje a Montevideo es recién el 20 de octubre. Sin embargo, la rotación le está rindiendo al DT y parece que seguirá esa tendencia, hasta que los resultados tal vez lo obliguen a optar (ojalá que esto nunca pase y podamos seguir así en ambos torneos). Es bueno que los pibes vayan teniendo rodaje y que estén listos para cuando se los necesite. Material hay, no como pensaban algunos técnicos de dentaduras prominentes…y entre los maduros está el fútbol del Pipi, el coraje y la experiencia del Kily, el optimismo para el gol de Romeo, la levantada del Capitán Humo, las subidas de Pintos (puede jugar bien o mal, pero siempre se muestra y la pide), los desbordes de Menseguez y, nobleza obliga, la seguridad que está dando Migliore en el arco, cuando se dedica a eso. Para mejorar siempre hay: obviamente el lateral izquierdo sigue siendo un problema, así como también la cagada que se manden por partido Aguirre y/o Bottinelli. En el medio está el traslado excesivo del Chaco Torres, quien sigue empecinado a encarar, en lugar de cortar y tocar rápido, y las profundas lagunas del Papu Gómez cuando juega. Arriba, a priori parecía que teníamos poco, pero Menseguez y Bordagaray se han transformado en buenas alternativas, para acompañar a la aparición de Rovira y a la vuelta al gol de Romeo.
Sin tantas “estrellas mediáticas” como en los últimos años (ayer fuimos sólo un subtítulo de la cabeza de Palermo, cuando en otros tiempos éramos tapa toda la semana, por lo bueno y por lo malo), así el San Lorenzo bajo perfil está para dar pelea. Pelea por el pan y pelea por la torta. Como debe ser...