
Muchos ya estarán viajando y otros tantos ya andarán dando vueltas por las sierras. El resto estaremos emprendiendo el viaje en las próximas horas. Todos esperamos que sea otra fiesta redonda, tal como lo fuera la última vez en Jesús María.
El hipódromo tandilense será colmado por más de 50.000 personas, quienes allá por las 9 de la noche delirarán con la salida del Indio para dar comienzo al show, vaya a saber uno con qué tema arrancará.
El pronóstico del tiempo anuncia algunas lluvias para la ciudad serrana, tal como sucedió 11 años atrás, allá por octubre de 1997, cuando Tandil fue escenario de la presentación de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, en un multitudinario recital llevado a cabo en el inundado estadio General San Martín.
25.000 ricoteros se bancaron estoicamente el agua aquélla noche. El grupo venía de sufrir la prohibición por parte del impresentable intendente de Olavarría, y en Tandil tenía la oportunidad de reencontrarse con su público, que se había quedado con las ganas en la otra ciudad bonaerense. Habrá sido por aquella prohibición que la banda haya comenzado el show con "Nuestro amo juega al esclavo", dejando en claro que "violencia es mentir" y que cada misa era una fiesta.
Por estos días, habiendo pasado casi 7 años del último recital del grupo,
su gente, "las bandas", parecen haber retomado los tiempos de peregrinaciones por las rutas argentinas, queriendo mantener vivo el fuego de Patricio Rey.

El Indio, bien acompañado por Los Fundamentalistas, y también Skay, en cada una de sus presentaciones como solista, son los responsables de que la llama se mantenga encendida. Vaya a saber uno si el tiempo los vuelve a juntar en un escenario.
Mientras tanto, continuaremos disfrutando de esas sensaciones únicas que se viven en cada recital. Ese que tanto esperamos y que luego se hace tan efímero. Y luego de los juguetes perdidos y las bombas pequeñitas esperaremos la palabra aliviadora que nos invite a la próxima ceremonia. Allí estaremos, para mantener viva la llama. Después de todo, y antes que nada, somos sus amantes.