En las buenas y en las malas hasta el fin...

jueves, 22 de mayo de 2008

Con las manos vacías

Se acabó la copa para el Ciclón. Que golpe duro la puta madre. Después de tanto sufrimiento, durante los 90 minutos, en los que el equipo volvió a jugar con un jugador menos durante dos tercios del partido, por la expulsión del Chaco Torres. Me pareció injusta la expulsión, pero lo había marcado en las notas anteriores que había que tener cuidado.

Que análisis se puede hacer del partido, si todavía me dura la bronca. Fue una derrota digna, pero no por eso menos dolorosa. Finalmente lo vi en casa. Arrancó mal, con ese cabezazo de Romeo en el travesaño ya pintaba torcido. Encima a los 25 Manso clavo un zapatazo para una pobre respuesta de Orión. Después la expulsión y panorama negro. Negrísimo.

Pero no perdimos la fe. En el entretiempo muchos habremos buscado las cábalas. Le pedí a un amigo que me mandara el mismo mensaje que para el partido de Potosí: "Esta copa de mierda no es para nosotros". Recurrimos a cualquier cosa para dar vuelta la historia. El segundo tiempo ya lo vi parado, moviendo los pies como precalentando para entrar. Y entonces vino el gol de Bergessio. Y la descarga. Vamos que se puede...

Lo que vino después fue puro sufrimiento. San Lorenzo se metía cada vez más atrás y se quedaba con menos aire. Perdí la cuenta de todas las ocasiones que tuvieron. Temía los penales, por la experiencia previa con Orión. Pero los firmaba, porque el gol de Liga estaba al caer.

Es importante decir que los jugadores que quedaron en cancha, dejaron todo en cada pelota, a pesar de algunas desatenciones lógicas. Se tiraban con la cabeza o con los pies. Aguirre, Tula, Placente, Gonzalito, Hirsig mientras estuvo...Bergessio y D´Alessandro solitos arriba, corrían con lo que les quedaba.

Por fin terminó el partido y llegaron los penales. San Lorenzo parecía más entero que los ecuatorianos. ¿Pensaron en Saja? Yo sí y no me vengan con que lo digo ahora o alguna otra pelotudez. Desde el día que dejaron al margen al Chino del plantel que tenía miedo de que nos pasara esto. Que lo necesitáramos, como en la definición de la Mercosur (encima Fox la repitió esta semana), y no lo tuviéramos. Parecía increíble, pero estaba siendo cierto. Lamentablemente el Chino no estaba y Orión, salvo en el primer penal en el que estuvo cerca, fue siempre hacia el otro palo y tirándose antes de que el ejecutor pateara (tantas veces marcamos esto...busquen en cualquiera de las notas anteriores). Los penales no son solo suerte. Encima el paragua Torres, quien había metido un penal chivo en Potosí, esta vez falló...

Duele y mucho. Había mucho en juego. El Centenario, la inversión para los refuerzos, el contrato del DT, los premios, las revanchas personales, pero por sobre todo esto NUESTRA ILUSION. Esa que volvió a quedar trunca. Es una pena, porque nos queda la sensación de que podríamos haber pasado. Principalmente de haber ganado de local. Aquél jueguito peligroso de Orión terminó costando carísimo...

¿Y ahora qué hacemos? Por lo pronto, el domingo, estaremos ahí alentando, buscando sumar la mayor cantidad de puntos posibles en el torneo local que también parece haber quedado lejos. De pelear por el pan y por la torta, a quedarnos sin nada, en solo 15 días...

Habrá que clasificar nuevamente para la próxima copa y, otra vez, encender la llama de la ilusión, de la obsesión. Una vez concluido el torneo, será hora de barajar y dar de nuevo. Se irán los que se tengan que ir (por favor, esta vez no retengan a nadie que no se quiera quedar). ¿Y el técnico? Si bien tiene contrato hasta diciembre, las cosas no parecen estar igual que antes. ¿Se habrá cumplido un ciclo? Tal vez sí, muy exitoso, por cierto, que nos devolvió a la primeros planos mediáticos. Y si se queda, esperemos que sea con las mismas ganas que hasta ahora, sino será en vano.
De esta copa quedará la experiencia y el recuerdo imborrable de los partidos en Potosí y, principalmente, en el Monumental. Lo pensaba mientras festejábamos todavía en Núñez que todavía no se había ganado nada. Y qué caro costó esa clasificación. Se llevó puesto al Gallego Méndez y al resto le dejó una carga pesadísima, que se hizo sentir en el partido de ida contra la Liga.
Va a ser difícil salir a la cancha el domingo, como así también nos costará a nosotros salir a la calle mañana. Pero somos San Lorenzo y supimos de cosas peores. Y siempre resurgimos...a pesar de todo...Gozarán los hijos bolivianos (como habrán festejado, zafaron), y los hijos chiquitos de parque poquitos y Visitantes Siempre...hasta alguna gallina habrá sentido cierto alivio...pero dejalos cuervo...ellos no entienden lo que es este amor...vos te estarás preguntando ¿alguna vez la ganaremos? no lo se...Tengo que confesar algo. A veces hasta tengo cierto temor de ganarla. Pienso si nos cambiaría la forma de sentir...pero la quiero, me obsesiona, como seguro te obsesiona a vos. Habrá que levantarse para, como dice algún reggae, que vuelva a nuestro sentir y con fuerza se marque otra vez el deseo. Esas ganas incansables de intentarlo otra vez...

Esto es efímero!!

Esto es efímero!!
¿Cómo corre el tiempo?