¿El show debe continuar?
Triste tarde de sábado en el Bajo Flores. Mucha gente se había acercado hasta el Nuevo Gasómetro para ver un partido de fútbol, pero otra vez la violencia volvió a ganar y todos los que amamos a este deporte, más allá de la camiseta que tengamos puesta, volvimos a perder.
Emanuel Alvarez, un hincha de Vélez de 21 años, fue asesinado por un disparo en el tórax, mientras llegaba al estadio de San Lorenzo, en la zona donde está ubicada "La Quemita", el predio de Huracán en el Bajo Flores.
Mucho se está hablando en los medios. Que fue gente del globo, que eran cuervos, todo muy confuso. Fueron delincuentes, asesinos, idiotas que no sienten el fútbol como nosotros, estúpidos que no valoran la vida de nadie. Son los mismos que te pueden matar en la calle, en un boliche, donde sea. Se perdió otra vida y ya nadie se atreve a buscar soluciones para esto que parece no tener solución.
Los inútiles del Comité de Seguridad, la AFA, el gobierno, la policía, todos son responsables y todos se lavan las manos. La Argentina es el único país donde los clubes deben hacerse cargo de los costos del operativo de seguridad, en lugar de que lo haga el Estado, como en cualquier espectáculo público del mundo. Y todo sale al revés, porque lo organizan todo al revés.
Los que vamos a la cancha de visitante sabemos que la cosa se está poniendo cada vez peor. Que ya no se puede llevar una camiseta, ni un distintivo de tu equipo. Que en el interior todavía es más complicado que en Buenos Aires.
¿Y la policía? Si hay quilombo, mejor. Así el partido que viene ponen el doble de efectivos. Efectivos que solo sirven para mirar el partido sosteniendo la correa del ovejero.
Los operativos que organiza la policía son muchas veces inentendibles ¿a ninguna mente brillante se le ocurrió que por la autopista y la bajada de Perito Moreno iba a venir mucha gente de ambos equipos? ¿no pensaron que el tráfico se iba a congestionar y que todo se podía complicar?
No, nadie piensa, a nadie le importa. Lo importante es que continúe el show. La fecha siguió como si nada, porque TyC es el que manda. ¿Qué pasa? ¿conviene la violencia? Pareciera ser que es más negocio que la gente mire el partido por la tele.
¿Y los dirigentes? También se lavan las manos, cuando son ellos los que apañan a los barras. Los conocen, los tienen adentro del club. No pasa solo en River. Les dan entradas, viajes, sueldos y varias cosas más a cambio de algún voto o de que no le tiren a la gente en contra. ¿El Sr. Grondona se va a hacer cargo de todo esto alguna vez?
¿Y nosotros? ¿Qué hacemos? No confundamos más el folklore con la violencia. Es cierto que tanto la gente de Vélez, com

Por lo pronto, tratemos de no festejar estos actos delictivos. Porque decimos que al hincha del globo lo mataron ellos mismos, pero después estamos todos gritando "Te vamos a matar uno más", o recordando batallas en las que nunca participamos ("por la avenida Gral. Paz...")...Se que la mayoría de los que cantan son inofensivos, pero hay estúpidos que no lo son y todo eso no ayuda. Estamos pasando un momento social de mierda y eso repercute en el fútbol, como en todo ámbito.
Estuve leyendo mucho, foros cuervos, fortineros, quemeros. Muchas opiniones sensatas, pero también algunos idiotas que justifican lo ocurrido o prometen venganza, represalias contra cualquiera y lo único que pueden apretar es la tecla "Enter". Nadie sabe bien lo que pasó. Ojalá encuentren a los culpables y que una vez por todas haya justicia, sean hinchas de San Lorenzo, Chicago, Huracán o Riestra.
También entré al fotolog de este chico, donde bajé la foto, y parece un pibe normal, que amaba a Vélez como yo amo al Ciclón. La verdad que me conmovió mucho ver los mensajes que dejaban amigos y desconocidos. Gente que iba con él a la cancha a compartir una pasión, como hago yo, como tantos otros. Y pensar que una familia quedó destruida, que locura...
Y mientras tanto el fútbol también se muere. Es una lástima porque es hermoso, inclusive con las cargadas, el folklore, el color. A mi tampoco me gusta sin público visitante, sin esa sensación de gritarle el gol al de enfrente. Pero así no se puede más. Así ganan ellos: los violentos, los que hacen de esto un negocio. Y perdemos nosotros, los que queremos disfrutar de algo que nos conmueve, que nos apasiona.
Una muerte más y no pasa nada. O como diría Don Julio, todo pasa...